miércoles, 13 de marzo de 2013

Utopía ¿o no?

La crisis sigue ahí pero ¿se mantendrá hasta el punto de que el desfase entre pobres y ricos sea brutal, hasta que perdamos todos esos derechos sociales y laborales que tanto les costó conseguir a las generaciones precedentes o hasta que esta sociedad, que un día conocimos como amable y generosa, se enrancie y predomine en ella la envidia, con el odio anexo que conlleva?
Hace ya mucho tiempo que picamos y nos dejamos seducir por los encantos del capitalismo. Nos pusimos la venda en los ojos y, a estas alturas y tal y como están las cosas ultimamente, no terminamos de darnos cuenta de que para disfrutar de este sucedáneo de estado del bienestar muchos seres vivos (incluidos nosotros, los humanos) tienen que pasarlo mal, sufriendo un estado real de miseria y malestar. Este sistema es más ruín aún, si cabe, porque establece, también y dentro de la mismísima sociedad del "primer mundo", un sistema de castas velado, basado en la segregación de los "perdedores" frente a los "triunfadores".
No, no soy socialista ni comunista, soy reparticionista*. Para mi, la solución es muy simple, aunque al mismo tiempo utópica y, aunque me cueste admitirlo, dificilmente abarcable al estar ésta basada en la generosidad, la responsabilidad, el respeto y el esfuerzo/trabajo de todos. La idea básica de lo que podría llamarse reparticionismo* se sustenta en una realidad: la Tierra es tan grande, y rica, que todos los que la habitamos podríamos disfrutar, en igualdad de condiciones, de una vivienda unifamiliar con su propio huerto (por poner un ejemplo) dejando el resto de la superficie terrestre para el disfrute común y libre. Cada familia de la Tierra tendría lo necesario para vivir comodamente y cada habitante del planeta contribuiría, con su trabajo, al mantenimiento de este sistema social en el que se valoraría el esfuerzo de cada uno, en función de sus capacidades (físicas y mentales), considerando necesarias, imprescindibles y al mismo nivel de importancia todas las profesiones. A lo mejor no es tanta la utopía ¿tu qué crees?

(*) no busquéis este término en los buscadores porque me lo acabo de inventar.

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